martes, 12 de febrero de 2013

SHAUN CASSIDY EN "EL PALACIO DE HIERRO"

CIUDAD DE MÉXICO, 1980

 

POR DAVID ESTRADA

 

 



Nunca como en marzo de 1980 estuve a punto de conocer personalmente a SHAUN CASSIDY y tener un autógrafo suyo. Desgraciadamente, la mala organización y la histeria espontánea de cientos de sus fans lo hicieron imposible. Esta es la historia, escrita originalmente para mi boletín mensual del HARDY BOYS CLUB, en marzo de 1980.


Desde el sábado 15 de marzo se había ya señalado el día y el lugar: “SHAUN CASSIDY: ¡EN VIVO!. El ídolo de América estará en persona para darte un autógrafo. Conócelo y guarda de él un inolvidable recuerdo como éste. ¡No lo olvides! De 5:00 a 6:30 únicamente. Explanada Colima, almacén Durango. EL PALACIO DE HIERRO”.

Yo llegué al almacén desde las 11: AM. Me habían dicho en GAMA (la compañía discográfica) que una dotación del LP “SHAUN LIVE” había sido llevada al Palacio de Hierro, y yo quería comprarlo antes de que se agotara. Después de mil ruegos, finalmente pude conseguirlo con la cajera del departamento de discos, que lo sacó ‘de contrabando’ de la bodega, para vendérmelo de una vez.

Dos amigas del CLUB HARDY BOY (Alma Silvia y Rocío) y yo, nos quedamos de ver a las 2:PM en punto, para esperar que SHAUN llegara, y así lo hicimos.

Estuvimos ‘matando el tiempo’ viendo discos y revistas hasta las 3:10 PM en que fuimos a ver cuanta gente había llegado y nuestra sorpresa fue grande pues, a  dos horas y media de que llegara SHAUN, las cuatro primeras filas de sillas ya estaban ocupadas.

Ni modo, a esperar de una vez. Sería el colmo estar desde temprano y que nos tocara hasta el final.

El tiempo corría y pronto, en un angosto local para unas 500 personas, ¡había más de 1,600!...
Eran ya las 4:PM, y ni un alfiler cabía en el lugar. Literal. Ante lo grave de la situación, el gerente del almacén se hizo cargo. La gente empujaba de un lado a otro. Y el peligro: del lado izquierdo, un enorme cristal de 8 metros de alto amenazaba con romperse en mil pedazos, si la multitud en algún momento se salía de control.

Una cortina metálica ya había cubierto gran parte de los vidrios de los aparadores, pero una parte, mucho más grande, quedaba al acecho.

Los empleados de la tienda, del otro lado miraban aterrorizados y quitaban los objetos de cristal que de su lado estaban.

“¡O se calman o llamo a los granaderos!”, gritaba desesperado el gerente, vislumbrando la tragedia que podía ocurrir.

Pero ni eso era suficiente para contener al gran grupo, predominantemente de mujeres, que se arremolinaba para poder ver, oír y quizá hasta tocar a su ídolo.

Más de cinco veces el gerente amenazó con interrumpir la ansiada presentación. Pero sus palabras eran ignoradas. Llegaban y llegaban más fans, y el problema radicaba en que los de afuera querían entrar, mientras que los de adentro, soportando un calor agobiante, lo único que deseábamos era salir.


 De fondo, como película de terror, se escuchaban los acordes de “Da Doo Ron Ron”, interpretada por SHAUN.
 
“¡Mi hija!... ¡Mi hija!”, gritaba desesperada una madre.

“¡Mis piernas!... ¡Mis piernas!”, gritaba de dolor una jovencita a la que más de seis personas se le dejaron venir encima.

A los que estábamos en medio del local, nos empezó a invadir el pánico, al ver como decenas de fans se arrojaban sobre nosotros, empujadas por la multitud. Sin duda, pensé, vamos a quedar atrapados.

El terror de verse envuelto por una multitud sin control es indescriptible. Sólo aquél que lo ha experimentarlo lo puede saber. Angustia, asfixia… y un deseo de supervivencia que sale de lo más interno de uno mismo.

En fracciones de segundos se nos ocurrió a un grupo hacer una barricada con las sillas, para evitar que nos aplastaran. No nos conocíamos, pero el deseo de no vernos debajo de la multitud pudo más, y reaccionamos a la par.

Estar atrapado en el interior de un local cerrado, con una pared de un lado, un enorme ventanal de cristal del otro, y una multitud queriendo pasar sobre de ti, es aterradora.

“Casi me rompen las piernas”, me platicaría posteriormente Alma Silvia, una de mis acompañantes.

Ahí, muchas fans renunciaron a ver a SHAUN, otras lloraban histéricas, y otras más, desesperadas por la impotencia, renegaban por la falta de organización.

Todo parecía indicar que los directivos de El Palacio de Hierro no calcularon bien la fama de SHAUN CASSIDY.

Por fin, después de largos minutos de angustia, una falsa alarma: “¡SHAUN está afuera!”, gritó alguien. Y se hizo el milagro de que todos salieran de una vez.

Eran ya las 5:30 PM y SHAUN todavía no llegaba.

Al cuarto para las seis de la tarde, después de porras y gritos, una elegante limusina negra pasó justo detrás de nosotros, por la calle, para dirigirse inmediatamente al estacionamiento.

Transcurrieron unos diez minutos y, por fin, SHAUN apareció a lo alto del almacén.

Acompañado de su esposa ANN, saludó a la multitud con la mano en alto. Vestía chamarra negra, pantalón de mezclilla y una camiseta de rayas blancas y rojas. Mi pequeña cámara fotográfica captó aquellos momentos.

Desde lo alto, animado por los gritos de la multitud (“¡Te amamos!”, “¡Baja, baja!”, “¡Papacito!”), SHAUN comenzó a gritar varias frases sueltas en un espaninglish: “¡Hola!... ¡Las quiero mucho!... ¡Los quiero mucho!... Voy a volver pronto, pero ahora váyanse con cuidado… ¡I love!”.

Después de un breve diálogo entre el ídolo arriba, y sus fans abajo, SHUAN se hincó, se paró, caminó de un lado a otro por la azotea del almacén y hasta firmó un disco, con la sana envidia de más de alguno de los que observábamos.

Pocas personas alcanzaron a distinguir a su esposa, pues la mayoría ignoraba que era casado. Pero eso no importaba, el hecho es que él estaba ahí. El sudor, los gritos, la angustia y al desesperación vividos minutos atrás habían sido recompensadas.

Con un beso arrojado desde lo alto, SHAUN se despidió y se perdió en el interior del estacionamiento. Imposible ubicarlo. Los directivos de El Palacio de Hierra, ahora sí, tomaron sus precauciones para no reavivar la histeria.

Al día siguiente, la prensa nacional informaba: “Alboroto juvenil por ver a SHAUN CASSIDY. Dos horas bloqueado el tránsito… Hoy se va” (El Universal), “Admiradoras de SHAUN CASSIDY a punto de morir en los tumultos” (Excélsior).

En su primera visita a México, SHAUN CASSIDY había despertado la ‘shaunmanía’. 

Llegó el sábado 15 de marzo por la tarde. El domingo 16 grabó varios números musicales en el estudio ‘Paco Malgesto’ de Televisa Chapultepec, y por la tarde se presentó en vivo en ‘Siempre en Domingo’ para inaugurar ‘La hora juvenil’. El lunes 17 realizó varias entrevistas para la prensa mexicana por al mañana y acudió a su frustrada firma de autógrafos en El Palacio de Hierro. El martes 18 de marzo partió con rumbo a los Estados Unidos.

Esta es la crónica de una frustrada oportunidad de conocer de cerca de nuestro ídolo: SHAUN CASSIDY… 


1 comentario:

  1. Hola David, mi nombre es David Prado y tengo un programa de radio en Reactor 105.7 de nombre LA ERA DEL DINOSAURIO, en mi sección Los Olvidados 70's voy a tocar a Shaun Cassidy por lo que contaré la historia que amablemente compartiste dándote tu crédito respectivo...slds

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